domingo, 25 de octubre de 2009

El otro yo-Mario Benedetti

El Otro Yo
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando. Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo. El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo. Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se había suicidado. Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó. Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas. Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable». El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

martes, 20 de octubre de 2009

La Política como Vocación-Max Weber-1918

"La política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces
resistencias, para la que se requiere, al mismo tiempo, pasión y mesura.
Es completamente cierto, y así lo prueba la historia, que en este mundo no se
consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez.
Pero para ser capaz de hacer esto no sólo hay que ser un caudillo, sino también un
héroe en el sentido más sencillo de la palabra. Incluso aquellos que no son ni lo uno
ni lo otro han de armarse desde ahora de esa fortaleza de ánimo que permite soportar
la destrucción de todas las esperanzas, si no quieren resultar incapaces de realizar
incluso lo que hoy es posible. Sólo quien está seguro de no quebrarse
cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado
estúpido o demasiado abyecto pala lo que él le ofrece; sólo quien frente
a todo esto es capaz de responder con un "sin embargo"; sólo un hombre
construido de esta forma tiene "vocación" para la política."

domingo, 4 de octubre de 2009

Tratame bien

Tratame bien
Fito Páez

Nunca quise ser tu policía
ni que vos me estés mirando por detrás
vamos juntos a buscar una salida
debe ser parecido a amar.

Vos pensás que sólo quiero hacerte daño
y que cada vez me gusta más mi soledad
cada día inventamos una excusa
es que nos asusta la libertad.

Ya vez el tiempo pasó
la vida se nos vino encima
tratame bien
tratame bien
tratame bien
así.

Cuando nos cortamos el teléfono
el otro nunca tiene razón
nada más estúpido que la verdad
es que son las cosas del corazón.

Ya ves la vida pasó
y el mundo se nos vino encima
tratame bien
tratame bien
tratame bien
así
así
así.

Y es posible que no me aguantes más
nunca fui un chico bueno en la escuela
cada cosa va en su maldito lugar
es que ya se fueron las primaveras.

La mañana lanza llamas cantaba Spinetta en una hermosa canción
y si alguna vez clavé mi daga en tu espalda
hoy no tengo más que pedir perdón
tratame bien
y no tan bien
tratame como puedas
intentarlo no es en vano
es la llave de nuestro amor
tratame bien.