Ven al circuito del desierto,
a la alta aérea noche de la pampa,
al circulo nocturno, espacio y astro,
donde la zona del Tamarugal recoge
todo el silencio perdido en el tiempo.
Mil años de silencio en una copa
de azul calcáreo, de distancia y luna,
labran la geografía desnuda de la noche.
Yo te amo, pura tierra, como tantas
cosas amé contrarias:
la flor, la calle, la abundancia, el rito.
Yo te amo, hermana pura del océano.
Para mí fue difícil esta escuela vacía
en que no estaba el hombre, ni el muro, ni la planta
para apoyarme en algo.Estaba solo.
Era llanura y soledad la vida.
Era éste el pecho varonil del mundo.
Y amé el sistema de tu forma recta,
la extensa precisión de tu vacío.